POR QUÉ SE LE HA CONCEDIDO
«Por su trayectoria personal enfocada a la solidaridad y al impacto social buscando la igualdad de oportunidades y soluciones en un ámbito complejo como el autismo».
HISTORIA
Mientras era estudiante, Miriam trabajó en Herzog & de Meuron de Basilea (Suiza), y su proyecto de fin de carrera, realizado desde España, fue una escuela de música y danza en Burkina Faso que se construyó un año más tarde. En 2012 fundó, junto a Amélie Mariage, Aprendices Visuales, una organización cuya misión es promover una educación inclusiva que permita a todos los niños y niñas desarrollar su potencial al máximo. Trabajan desde tres líneas principales: la investigación, el desarrollo de material visual y la sensibilización social. El uso de la tecnología ha permitido que sus aplicaciones interactivas sean utilizadas por más de un millón de niños en todo el mundo. En 2017 creó el programa Escuelas Visuales, desde el que se acompaña a centros educativos en la implantación de herramientas visuales de enseñanza.
Miriam es una excelente arquitecta, y aunque aún le fascina la arquitectura, explica: «Decidí cambiar el diseño de edificios por el diseño de herramientas para niños con autismo porque ofrecer mi tiempo y mi trabajo y ponerlo a disposición de los niños es algo indescriptible. Tenemos un salario emocional muy grande».